Levaduras, científicos y otras yerbas

Historias que involucren levaduras, aventuras del pensamiento y unos mates.

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Location: Parque Chas, CABA, Argentina

Docente e investigador

Sunday, October 29, 2006

LA INSTITUCIONALIDAD DEL CONICET.

Hay un grabado de H. Leman ejecutado sobre la base de un dibujo de R. Hannah en que se observa a William Harvey (1578-1657) explicando al Rey Carlos I de Inglaterra (1600-1649) su descubrimiento de la circulación de la sangre. Es posible que la situación real no haya existido pero podemos analizar qué representa este grabado. La imagen representa un momento clave del proceso de la Institucionalización de la Ciencia. El Científico está mostrando un descubrimiento, no a un paisano ni a un ciudadano común; sino al Rey. Al hombre que ostenta el poder con la capacidad de dar ayudas (subsidios), reglamentaciones y normas para el funcionamiento de una institución o la práctica de una profesión. Por lo tanto los miembros de esas instituciones reciben señales de cómo actuar y qué perfil de desempeño se espera de ellos.

Hecha esta simplificación entonces, podemos preguntarnos en qué momento se establece la Institucionalización de la actividad científica en nuestro país.
Es decir que no negamos que hubo científicos notables desde los inicios de la Nación, pero no había una Institución “madre” que los agrupara.
Así pues, podemos establecer como un indicador importante del impulso de la actividad de los científicos en la Argentina, a la fundación del CONICET. Este hecho fue impulsado por el Dr. Houssay en el año 1958 (Decreto Ley N° 1291 del 5 de febrero de 1958) quien recibiera el premio Nobel en el año 1947.

Según los considerando de la medida esto se debía a “la percepción socialmente generalizada de la necesidad de estructurar un organismo académico que promoviera la investigación científica y tecnológica en el país”. En su etapa inicial el organismo dependía directamente de la Presidencia de la Nación y fue dotado de una serie de instrumentos para elevar el nivel de la Ciencia y la Tecnología en el país. En la actualidad el CONICET es un ente autárquico del Estado Nacional dentro de la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, dependiente del Ministerio de Educación de la Nación.

Durante los primeros años de su existencia el CONICET estuvo dirigido por el Dr. Bernardo Houssay. En los años siguientes el CONICET fue adquiriendo una serie de estatutos y acuerdos que han ido formando o generando un perfil de sus agentes.
Haciendo una analogía con el desarrollo del sistema educativo de nuestro país podemos considerar lo siguiente. La generación del 80, al momento de empezar a educar al soberano se planteó varios interrogantes. Uno fue el siguiente: ¿qué características debe tener el docente?. La idea subyacente es que el docente debía tener normalizadas sus tareas. El docente debía poseer una serie de atributos: autoridad, sueldo bajo, amor por la ciencia, instruir al alumno sobre la importancia del orden, limpieza e higiene, etc. Esta “bajada de línea”, como se diría en la actualidad, estaba dada por la Escuela Normal y el Consejo Nacional de Educación. Algún sociólogo diría que se trataba de recrear el “Ser Nacional” a través de los hijos de los inmigrantes.

Pero en el caso del agente de CONICET. ¿Quién daría las normas si los agentes vienen de distintas disciplinas?. Esto entonces se fue perfilando con la ley del 23 de Mayo del año 1973 estableciendo las funciones del personal de CONICET

Vale la pena mencionar entonces que el científico del que hemos leído y escuchado historias en los inicios de la Ciencia difiere del que podemos ver en la actualidad. Aquel científico tenía recursos limitados y trabajaba en soledad. Podía tener en la Ciencia un hobby o una forma de obtener prestigio en la sociedad. El agente de CONICET, cumple principalmente con un estatuto que fija sus actividades en forma precisa. Sus movimientos tratan de no desentonar con ese estatuto, porque puede ser dado de baja del organismo. Sus proyectos de Investigación son evaluados y aprobados por diferentes comisiones.

No es esta la única influencia que puede recibir un agente de CONICET. En la sociedad hay otros factores que pesan sobre él. En general gran parte de la sociedad tiene un gran respeto por la actividad científica de entes como el CONICET. Otros organismos, también de actividad sólida y rigurosa, no han recibido el mismo apoyo. Por ejemplo, la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) ha sido sistemáticamente descalificada desde el reinicio del período democrático a pesar de sus logros.

En la actualidad hay proyectos para modificar la ley marco del CONICET. Sin embargo a diferencia de la ley de educación, esta modificación no ha sido discutida ni por los agentes del CONICET ni por organizaciones de la Sociedad.
La modificación de la ley de un organismo tan importante como el CONICET debe ser discutida seriamente y a la luz del día. Las modificaciones van a regir la actividad científica mas allá de la actuación de funcionarios, gobiernos y políticos pasajeros.

Saturday, October 14, 2006

EL GENERAL Y LA VIRUELA.

En el año 1777 el General George Washington, en medio de la campaña por la Independencia, redactó una carta ordenando la vacunación de sus tropas. En realidad el término más apropiado sería variolizar. El texto de la carta enviada a su médico en jefe decía: “Habiendo hallado que la viruela se está propagando mucho, y temiendo que ninguna precaución pueda prevenir que se disemine por toda la Armada, he decidido que las tropas sean inoculadas. Si la furia de la enfermedad se desata con su virulencia habitual, deberemos temerle más a ella que a la espada del enemigo”.

Durante 1776 su ejército perdió 1.000 hombres en combate y cerca de 10.000 de viruela. La tasa de mortalidad debido a la viruela en su ejército cayó enormemente después de cumplirse la orden de Washington.
Se ve pues que al dolor por la muerte en combate se le sumaba la pesadilla de la viruela.

Hoy sabemos que la viruela se ha controlado por las campañas de vacunación. Sin embargo los protocolos más seguros para la preparación de la vacuna y su inoculación se comenzaron a establecer en gran medida casi veinte años después de esta decisión de Washington. Y casi se podría decir que una explicación más completa se logró en el siglo pasado a partir de las investigaciones sobre la síntesis de anticuerpos.

¿En qué contexto podemos poner entonces la decisión de Washington?
Cabe mencionar que el mismo Washington, de joven, había estado expuesto al contagio. Esto le permitió a su organismo desarrollar defensas frente a la viruela.

He notado que en Ciencia, Tecnología o temas de Salud a veces se implementan soluciones aunque no se sepa exactamente el fundamento teórico o la causa de la situación problemática. Siempre pensé que luego de conocer bien las causas o los orígenes de un problema, recién se podría implementar una solución. Pero esto no parece ser siempre el camino. Hay muchos ejemplos, principalmente de muchas cosas que nos rodean en que la razón teórica de porqué funciona algo llega tiempo después de solucionarse el problema.

En el caso de Washington su práctica no era tampoco segura. La práctica de la vacunación llegó a los oídos de la embajadora de Inglaterra en Constantinopla, Mary Wortley Montagu, quien en 1718 la introdujo en Gran Bretaña Allí en Constantinopla, como en gran parte, de Oriente era una práctica común vacunar a la gente a partir de las escaras de casos moderados de viruela. Esto lleva cierta protección pero mucha gente moría por la vacunación misma.

Edward Jensen, un investigador Inglés, cerca del año 1798, mostró que la vacunación protegía al individuo sí: a) la vacuna se preparaba a partir de bovinos infectados y b) en esta preparación se partía de los estadios finales de la enfermedad del animal, o sea cuando se perdía parte la virulencia.

Este investigador mostró entonces que la preparación a partir de los animales, podía generar resistencia en los seres humanos contra el contagio de viruela y no producir daño en el huésped. Los resultados de Jensen permitieron entonces realizar campañas de vacunación más confiables y en gran escala

Así pues, hoy podemos mirar a la decisión de Washington desde otras perspectivas. A pesar de las limitaciones era la mejor opción que se le ofrecía para luchar con sus ejércitos contra las tropas inglesas. A la luz de algunos ejemplos de la historia de la Ciencia es lícito instrumentar entonces soluciones aunque no se conozca exactamente los mecanismos que llevan a la enfermedad.

Esta consideración puede ser de utilidad en situaciones del presente. Por ejemplo no sabemos cómo se puede revertir completamente un cáncer de pulmón. Pero una forma de acercarse a la solución sería por ejemplo dejar de fumar, tanto en forma activa como pasiva. Tampoco sabemos cómo curar el mal de Chagas, pero una campaña de mejora en las características de las viviendas precarias, puede ayudar en mucho a solucionar esta enfermedad que aqueja a tanta gente.
Es decir no sumarse a los que dicen “no se puede hacer nada porque faltan conocimientos teóricos o básicos”.

Monday, October 02, 2006


GOLDBERGER, PELAGRA Y LEVADURAS

En el año 1914 una enfermedad asolaba el sur de los Estados Unidos.

Un hombre del departamento de Salud pública fue enviado entonces para investigar la enfermedad y tratar de encontrar una cura para ella...

Texto completo: http://levadurasauxiliar.blogspot.com